Seta coliflor

La seta coliflor crece generalmente en forma redondeada con muchos lóbulos planos y ondulados que se entrelazan y se superponen. Parece una masa de lasaña o fideos de huevo recién salidos del agua hirviendo y depositados en el suelo del bosque. Los coliflores pueden llegar a ser bastante grandes.

Las setas coliflor son ricas en sparassol, un nutriente conocido por sus propiedades antifúngicas y antibióticas. Asimismo, contienen beta-glucanos, un tipo de fibra dietética que se cree beneficia la inmunidad, la salud cardíaca y ayuda a reducir los niveles de colesterol.

Con su distintivo sabor a nuez y una textura única y al dente, los hongos coliflor son una valiosa adición a tu repertorio de setas. Deliciosamente consistentes, los hongos coliflor no se ablandan demasiado al cocinar, lo que significa que conservan su firmeza de manera agradable, sin riesgo de volverse blandos.

Su versatilidad los hace aptos para la mayoría de las recetas estándar de setas. Incluso cuando se saltean solos, son una opción baja en carbohidratos y cargada de sabor umami. Desde una quiche de hongos coliflor hasta una reconfortante sopa, pasando por fideos sin gluten y «bacon» de hongos, las opciones culinarias son abundantes.